jueves, 29 de diciembre de 2022

ICV Capítulo 12: Epílogo y dimensiones internacionales


Introducción

El presente capítulo corresponde al Epílogo del Informe de la Comisión de la Verdad (ICV)*, en el cual se resumen las dimensiones internacionales que ha tenido el proceso de paz, y se resaltan las contribuciones de cada uno de los países que han aportado generosamente a la causa de la paz en Colombia. 

 

Se desea aclarar que en esta versión sintética del ICV se presentan los principales hallazgos por parte de la Comisión, manteniendo la redacción original del Informe, aunque excluyendo algunos detalles que pueden consultarse en la Referencia al final de este post, tales como testimonios, bibliografía y notas de pie de página. Además, se han abreviado los títulos, subtítulos y la numeración, para que de esta manera resulte más breve y sencilla la lectura del Informe.

 

Para facilitar la localización de cualquier párrafo de este capítulo y de los capítulos que ya se han publicado en las semanas anteriores, se incluye al final de cada uno el número de la página o las páginas donde se encuentra éste dentro del Informe original.   

Síntesis                             

“La construcción de la paz en Colombia ha estado esperando su camino durante décadas. Las víctimas del conflicto armado son a la vez el rostro del sufrimiento y el testimonio del compromiso por la no repetición. Han sido quienes ha empujado este proceso y quienes han mantenido la resistencia en muchos territorios del país en los momentos más difíciles, en defensa de la vida. La paz desde arriba es parte del Acuerdo de Paz logrado y de esa paz extensa que Colombia anhela, exige y necesita todavía completar. La paz desde abajo, desde los territorios del olvido, es la energía transformadora en la que se basa la experiencia de la Comisión de la Verdad. Las dinámicas de la guerra y la búsqueda de la paz han tejido la historia de Colombia” (p.762)

“El conflicto armado ha tenido afectación regional y en toda América Latina, pero también superarlo pasa por políticas regionales y de apoyo internacional coordinadas para una salida política al conflicto aún pendiente de completar, así como la promoción de derechos y seguridad humana en las zonas de frontera” (p.763)

“En el proceso de paz con las FARC-EP, los soportes internacionales del gobierno y de las guerrillas han sido un apoyo fundamental y la Comisión espera que lo sigan siendo en la negociación con el ELN y la salida global de sometimiento a la justicia de otros grupos, iniciada por el gobierno Santos. La mediación de actores internacionales y la protección del espacio de esas negociaciones han sido fundamentales. Así, tanto Cuba como EEUU cumplieron un rol clave para que el proceso de paz en la Habana llegara a la concreción del Acuerdo de Paz. Pero también lo fueron países percibidos por ambos actores como imparciales, como Noruega. En distintos momentos, los intentos de procesos de paz contaron con apoyo de países como Chile, México, Brasil, Venezuela, España, Suecia, Suiza, Irlanda y el Reino Unido o la propia UE, donde los países europeos acompañaron también el intento de negociación en el proceso del Caguán, con protagonismo del grupo de países amigos” (pp.763-764)

“De manera especial, el rol que jugó Estados Unidos fue central. Como lo manifestó un excanciller colombiano en entrevista con la Comisión: ‘Obama, pienso que, de verdad, se puso la camiseta enviando un enviado especial, se jugó con dinero, se jugó con apoyo político’. Pero no solo fue EEUU, también Cuba fue fundamental, no solo porque en su territorio se adelantaron las negociaciones, lo que permitió crear un espacio de confianza con garantías para las partes, sino también porque Cuba, desde los años noventa, le apostó a la paz en Colombia, y desde años atrás había dejado de creer en la posibilidad de la lucha armada en Colombia” (p.764)

“Por otra parte, el Acuerdo de paz de Colombia fue presentado y depositado en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y ante el Consejo Federal suizo como depositario de las Convenciones de Ginebra, como testigos y acompañantes internacionales de este proceso. El rol de la Comunidad Internacional no solo se circunscribió a acompañar el acuerdo sino en la construcción de la paz en el posconflicto. La cooperación de los países europeos, a través de sus agencias de cooperación nacional o a través de la Unión Europea, han sido clave desde los años noventa. La asistencia de USAID para la paz ha sido amplia en el acompañamiento y el apoyo económico de iniciativas de las instituciones de la justicia transicional” (p.765)

“El acompañamiento de instituciones multilaterales, la financiación de países a programas para el fortalecimiento comunitario, así como el apoyo a la defensa de los derechos humanos, contribuyeron en situaciones donde la población se vio obligada al desplazamiento o cuando un actor armado intimidó a una comunidad. También, los organismos multilaterales como la MAPP-OEA y la Oficina de DD. HH. de Naciones Unidas y países de la comunidad internacional ayudaron en los procesos de retorno y resistencia en el territorio; y también a escuchar y atender las denuncias de las víctimas del conflicto, incluyendo el sistema interamericano, así como servir de intermediario entre estas y el estado en momentos de tensión. La Comisión Interamericana de DDHH desde su primer informe a inicios de los años 80 y las sentencias de la Corte Interamericana de DD. HH. han sido apoyos fundamentales para las víctimas, la democracia y la lucha contra la impunidad” (p.765)

“Países como Ecuador, Venezuela, Brasil, Canadá, México, Costa Rica, Argentina, EE. UU., Chile entre otros muchos, o países de la Unión Europea como Reino Unido, España, Noruega, Suecia, Bélgica, Francia y varios más, así como otros gobiernos regionales o autónomos, con papel fundamental de ACNUR, recibieron refugiados colombianos y otros flujos migratorios internacionales bajo el estatus de refugio o reubicación familiar a un tercer país” (p.766)

“También hay una comunidad internacional que no son los Estados. Son las organizaciones internacionales solidarias, ONG, los partidos políticos o movimientos sociales, las organizaciones de ayuda humanitaria, de defensa de los derechos humanos o atención a refugiados, fundamentales tanto para dar a conocer y poner atención internacional sobre Colombia, como para apoyar o acoger a personas exiliadas en los países receptores. La Comisión ha trabajado con buena parte de ellas y reconoce su aporte a la construcción de la paz, incluyendo visibilidad y la incidencia política para la defensa de los derechos humanos” (p.767)

Análisis

Ante todo se requiere que haya reconocimiento de las víctimas del conflicto armado, para que se inicie el proceso de sanación de los traumas sufridos por ellas. Es por tanto el primer paso que la sociedad como un todo reflexione ante los crímenes y abusos a que fueron sometidas en razón de la guerra o conflicto interno. En una segunda instancia se necesita que la sociedad misma se comprometa con la reparación de las víctimas en razón de la violencia ejercida sobre ellas, causándoles heridas profundas físicas, económicas y emocionales. 

Por tratarse de un número que sobrepasa los nueve millones de personas afectadas por el conflicto, se necesita cuidadosamente trazar estrategias apropiadas según el tipo de victimización, procurando que todas ellas reciban no solo compensaciones económicas, sino también terapias psicológicas que les recupere su salud mental.

Conclusión

Si bien el conflicto armado en Colombia ha sido interno, resulta inobjetable la fuerte incidencia regional que éste ha tenido, así como también las fuertes implicaciones internacionales que éste ha traído a sus vecinos y a otras naciones, tanto durante la guerra, como en el desenvolvimiento del proceso de paz.

Recomendación

Se hace necesario privilegiar las políticas sociales y de desarrollo como medidas para generar alternativas a la violencia y al conflicto, mediante la cooperación internacional. Por tanto, es parte de la salida política al conflicto armado, el apoyo a las iniciativas de fortalecimiento del tejido social y la consolidación de la paz.


Referencia


(*) "Hay futuro si hay verdad", Informe Final de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición. Primera edición, Bogotá, Colombia, Comisión de la Verdad, 2022. ISBN 978-958-53874-5-4

Nota

La Comisión de la Verdad fue creada en el Acuerdo de Paz firmado por el gobierno nacional y las FARC-EP en noviembre de 2016, como un organismo extrajudicial, temporal y como uno de los pilares del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y no Repetición. Dicha Comisión fue integrada por once comisionados, los cuales fueron seleccionados en noviembre de 2017 y comenzaron a funcionar oficialmente en mayo de 2018. 

 

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