jueves, 23 de febrero de 2023

La paz en nuestro interior y en nuestro espíritu


Después de haber analizado el Informe de la Comisión de la Verdad en los 13 posts anteriores en este blog, durante los meses de octubre, noviembre y diciembre de 2022, el cual resulta fundamental para entender nuestra realidad y las causas de la violencia en Colombia, continuaremos ahora presentando variados tópicos relacionados con el tema principal del blog, cual es la paz en Colombia.

 

En este post examinaremos la dimensión individual, personal y espiritual que exige la construcción de la paz en nosotros mismos en primera instancia, para luego transmitirlo en nuestro hogar, en nuestra familia, nuestra comunidad y en nuestra patria. Para ello analizaremos en primer lugar lo que significa la paz interior y lo que nos dicen algunos de los más connotados líderes de la paz, para luego derivar de los pronunciamientos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), como  máximo organismo dedicado a los problemas de la paz en el mundo, las guías necesarias para construir una cultura de paz que se irradie hacia nuestros conciudadanos, para que este bien inapreciable contribuya a nuestra realización personal y el desarrollo del país. 

 

a)     La paz interior

 

La paz interior es un estado sicológico en el que como personas nos liberamos de nuestras principales preocupaciones, miedos, ansiedad y sufrimiento. Significa también ser conscientes de las maravillas de la vida, y sentirnos conectados con el universo y con nosotros mismos. Desde tiempos bíblicos, se menciona la paz como el mayor bien que podemos ofrecer a cada persona, deseándole que esté libre de cualquier clase de dificultad o conflicto, y es un estado de calma interior que nos da sosiego y serenidad a nuestro espíritu.

 

Es por medio de la paz interior que los individuos pueden sentirse a gusto y en armonía consigo mismos y con su entorno social. La paz interior es un acuerdo tácito que permite a todos los individuos realizar sus actividades sin interferencias, previniendo de esta manera la violencia. La paz interior nos permite canalizar nuestra energía hacia las cosas positivas de nuestra vida, hacia lo que nos hace sentir bien; de esta manera esa paz interior nos ayudará a ser más felices. La paz interior se pierde cuando nos disgustamos, o nos da rabia, o nos indisponemos contra alguien, o contra lo que nos sucede alrededor.

 

Distintos autores de libros de superación personal nos recomiendan diferentes acciones para alcanzar la paz interior, como la de practicar la meditación hasta lograr desconectarnos de lo que nos preocupa; o la de establecer límites en la vida; o la de enfocarnos en lo que hacemos; y también la de perdonar a nuestros semejantes por sus ofensas. En la dimensión espiritual, también encontramos fórmulas para tener una vida de paz y gozo interior, como la de tener confianza en Dios como proveedor de ayuda cuando la necesitemos; o la de seguir un modo de vida acorde con sus mandamientos.

 

b)     Líderes de la Paz

 

A través de la historia hemos contado con numerosos líderes religiosos, que han defendido la paz en distintas épocas y circunstancias, entre los que podemos mencionar a Confucio en China, que afirmaba que “quien encuentra la paz en su hogar, ya sea rey o campesino, es el más feliz”; o a Gandhi en la India, quien adoptó la resistencia no violenta como el camino para la paz; y al Dalai Lama, jefe espiritual del Budismo Tibetano, quien manifestaba que “el mantenimiento de la paz comienza con  la autosatisfacción de cada individuo”.

 

Dentro de los líderes católicos sobresalen especialmente el Papa Juan XXIII, quien decía en su encíclica Pacem in Terris que “los derechos del hombre son el fundamento de la paz”. Como puede verse, es inseparable el concepto de paz del de los derechos humanos. Por otra parte, el Papa Juan Pablo II afirmaba que una sociedad no es justa ni humana, si no respeta los derechos fundamentales de la persona. También sostenía en su alocución a la Jornada Mundial por la Paz de 1984, que es responsabilidad de los Jefes de Estado y de los dirigentes politicos, la construcción de la paz. Para ello deben estar convencidos de que la guerra es en sí irracional, y de que la solución pacífica de los conflictos es la única vía para la humanidad.

 

c)     El papel de las Naciones Unidas

 

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) se creó para mantener la paz y seguridad internacionales, fomentar relaciones de amistad entre las naciones, lograr la cooperación internacional para solucionar problemas globales y servir de centro que armonice las acciones de las naciones. La preocupación por los derechos humanos fue una de las razones principales para la creación de las Naciones Unidas. Las atrocidades y el genocidio de la Segunda Guerra Mundial contribuyeron a un consenso para que la nueva organización debiera trabajar para prevenir tragedias similares en el futuro. En este sentido se creó un marco jurídico para considerar y actuaba sobre quejas referidas a violaciones de los derechos humanos. La Carta de la ONU obliga a todos sus miembros a promover el respeto universal a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos. 


 

Precisamente la Carta de las Naciones Unidas en su preámbulo señala la necesidad de que los pueblos de las Naciones Unidas “preserven a las generaciones venideras del flagelo de la guerra que dos veces durante nuestra vida ha infligido a la humanidad sufrimientos indecibles”, y en su artículo primero establece como objetivos y propósitos los de mantener la paz y la seguridad internacionales, y con tal fin debe tomar medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar las amenazas a la paz. Es así como a través de múltiples resoluciones y declaraciones, llama la atención sobre situaciones que ponen en peligro la paz y la seguridad internacionales. También, la Asamblea General y el Consejo de Seguridad han realizado una serie de acciones tendientes al desarme y la regulación de los armamentos, con el propósito de promover el establecimiento y mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales. 

 

De conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, los Estados deben adoptar medidas en el plano nacional e internacional, para promover la paz; por lo tanto, sus políticas deben estar dirigidas a eliminar las amenazas de guerra, a la renuncia del uso de la fuerza en las relaciones internacionales y al arreglo de las controversias internacionales por medios pacíficos. Es así como las Naciones Unidas han realizado diferentes acciones en favor de la paz, tales como el establecimiento de la Universidad de la Paz en la Asamblea General de 1980; el establecimiento del Día Internacional de la Paz el 21 de septiembre de cada año. Asímismo, el año 2000 fue declarado “Año Internacional de la Cultura de Paz” como simbolismo al iniciarse el nuevo milenio.

 

La UNESCO (United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization) es un organismo especializado de las Naciones Unidas que se fundó en noviembre de 1945 con el objetivo de contribuir a la paz y a la seguridad en el mundo mediante la educación, la ciencia, la cultura y las comunicaciones. Se dedica a orientar a los pueblos en una gestión más eficaz de su propio desarrollo, a través de los recursos naturales y los valores culturales, y con la finalidad de modernizar y hacer progresar a las naciones del mundo, sin que por ello se pierdan la identidad y la diversidad cultural. 



d)     La Cultura de Paz

 

La Conferencia General de la UNESCO ha manifestado que la paz no significa solamente la ausencia de conflictos armados, y pone de manifiesto que no hay paz cuando existen flagrantes violaciones de los derechos humanos, puesto que la paz exige la justicia entre las sociedades, y el reconocimiento de la igualdad y la dignidad de todos los pueblos y las culturas. 

 

Tradicionalmente se ha considerado la educación como un instrumento indispensable para construir, fomentar y mantener la paz, y por ello creó la UNESCO como organismo especializado en programas educativos. Dicha organización propone una formación en valores, actitudes, comportamientos y estilos de vida, para el pleno desarrollo de una cultura de paz entre los individuos, los grupos, y las naciones.

 

En la Declaración de Naciones Unidas sobre la Cultura de Paz en 1999, se incluyen como elementos fundamentales para su desarrollo, la educación en derechos humanos, el papel de los gobiernos, la sociedad civil, los medios de comunicación, y otros miembros que deben colaborar en su promoción, como son los padres, profesores, políticos y demás personas. De esta manera, todos podremos ser propagadores de paz, cuando hayamos logrado la paz interior, es decir la paz en nuestra mente y en el corazón.

 

En el Primer Foro Internacional de Cultura de Paz celebrado en San Salvador en 1985, se concluyó entre otros, que una Cultura de Paz implica el aprendizaje de nuevos términos de resolución pacífica de conflictos, y que el desarrollo humano y la paz son procesos inseparables y vinculantes. También en el segundo Foro Internacional celebrado en Manila en 1994 se enfatizó que la cultura de paz debe centrar su atención en las necesidades y aspiraciones de las personas, y que esta constituye el proceso fundamental para lograr un desarrollo humano.

 

e)     Los Derechos Humanos

 

La ONU en su Declaración Universal de Derechos Humanos sostiene que el individuo tiene deberes con respecto a la comunidad, puesto que sólo de esta manera puede el ser humano desarrollar libre y plenamente su personalidad, mientras que establece los límites para el ejercicio de los derechos de las personas, como son: el respeto a los derechos de los demás; la moral; el orden público; y el bienestar general de la sociedad democrática.          

 

De otra parte, el Capítulo II de la Carta Africana sobre los Derechos Humanos de los Pueblos, enfatiza la importancia de los deberes: Según el Artículo 27 todo individuo tiene deberes para con su familia, la sociedad, el Estado, así como también para con la comunidad internacional. En el Artículo 28 se afirma que todo individuo tiene el deber de respetar y considerar a sus semejantes sin ninguna discriminación, y de mantener relaciones encaminadas a promover, salvaguardar y reforzar el respeto y la tolerancia mutuos. Según el Artículo 29, el individuo también tendrá el deber de preservar el desarrollo armonioso de la familia y de fomentar el respeto y la cohesion de ésta; de respetar a sus padres en todo momento y de mantenerlos en caso de necesidad; de servir a su comunidad poniendo sus aptitudes físicas e intelectuales a su servicio; de trabajar con máximo  rendimiento; de pagar los impuestos estipulados por la ley; de preservar y reforzar  los valores culturales en sus relaciones con los demás miembros de la sociedad.

 

Asímismo, en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social de 1995 se expidió una serie de medidas a fin de contrarrestar las amenazas contra los derechos humanos, que son entre otros el desempleo, la desintegración social, la pobreza, de manera que nos encaminemos hacia una sociedad para todos, en que cada uno puede dar cabida a sus aspiraciones individuales, con igualdad de oportunidades. Al respecto, el Papa Paulo VI señala que la responsabilidad de la paz recae principalemente en cuatro categorías de personas que tienen esta misión concreta: los educadores, los comunicadores, los politicos y los humanistas. 

 

f)      El Estado y la Sociedad

 

Como se deriva de todo lo anterior, los poderes públicos y los Estados tienen el compromiso y la función de promover y fortalecer una cultura de paz, pues las desigualdades entre los países, entre hombres y mujeres, la pobreza, el analfabetismo, el racismo y la discriminación, son obstáculos para la paz. También la sociedad civil cumple un papel decisivo en el fortalecimiento y la promoción de la paz. 

 

En este mismo sentido, no puede olvidarse el importante papel de la familia, que ejerce una función de orientación y formación de niños y jóvenes, con cualidades morales profundamente apegadas a los ideales de paz y libertad, según indica la Declaración de la UNESCO, sobre el fomento entre la juventud, de los ideales de paz, respeto mutuo y comprensión de los pueblos. También cabe resaltar la función decisiva que pueden realizar los medios de comunicación en la promoción de la paz; a propósito cabe resaltar la Declaración de la UNESCO de 1978 sobre la contribución de los medios de comunicación al fortalecimiento de la paz y la comprensión internacional.

 

Es la falta de comunicación y de diálogo una de las causas de surgimiento de los conflictos, y en definitiva, el diálogo es una herramienta eficaz en la construcción y transformación de una cultura de violencia, a una cultura de paz, y se exige en todos los niveles, tanto en la escuela como en el trabajo. El diálogo ha constituído históricamente un elemento en la solución pacífica de los conflictos, tanto a nivel personal como internacional, y efectivamente es y sigue siendo un método eficaz de las Naciones Unidas. Pero para poder dialogar los hombres necesitan elaborar opiniones personales y deben tener la valentía de expresarlas mediante un lenguaje que preserve y garantice la libertad y la dignidad de sus interlocutores. 

 

g)     Los Premios Nobel de la Paz

 

El Premio Nobel de la Paz es un galardón internacional que se otorga cada año para reconocer a personas o instituciones que hayan llevado a cabo contribuciones notables a la humanidad en el año anterior, o en el transcurso de sus actividades. Al igual que las demás categorías del Premio Nobel, el de la Paz se remonta al testamento de Alfred Nobel, en el que disponía que se creara el premio y estuviera dotado con los réditos de su fortuna. A diferencia de los otros Premios Nobel, que se conceden en Estocolmo, el de la Paz se entrega en el Ayuntamiento de Oslo, la capital de Noruega. Hasta la fecha el Premio Nobel de la Paz se ha otorgado a 98 personas y a 20 organizaciones, desde su creación en 1901.

 

Para finalizar este post, resulta sorprendente y ejemplar la iniciativa que presentaron tres Premios Nobel de la Paz (Mairead Corrigan Maguire de Irlanda del Norte, Rigoberta Menchú Tum de Guatemala, y Adolfo Pérez Esquivel de Argentina), a la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de 2000, la cual se llamó Manifiesto 2,000, y pretendía recoger 100 millones de firmas de personas de la sociedad civil, comprometiéndose personalmente cada una de ellas a vivir diariamente los principios de paz, tolerancia, igualdad y solidaridad que se enuncian a continuación:

  •  Respetar la vida y la dignidad de cada persona, sin discriminación ni prejuicios;
  • Practicar la no violencia activa, rechazando la violencia en todas sus formas: física, sexual, psicológica, económica y social, en particular hacia los mas débiles y vulnerables;
  •  Compartir mi tiempo y recursos materiales cultivando la generosidad a fin de terminar con la exclusión, la injusticia y la opresión política y económica;
  • Defender la libertad de expresión y la diversidad cultural privilegiando siempre la escucha y el diálogo, sin ceder al fanatismo, ni a la maledicencia y el rechazo del prójimo;
  • Promover un consumo responsable y un modo de desarollo que tenga en cuenta la importancia de todas las formas de vida y el equilibrio de los recursos naturales del planeta;
  • Contribuir al desarrollo de mi comunidad, propiciando la plena participación de las mujeres y el respeto de los principios democráticos, con el fin de crear juntos nuevas formas de solidaridad.

 

El propósito de los autores de esta iniciativa era el de transformar la cultura de guerra y violencia, en una cultura de paz y no violencia, la cual haría posible un desarrollo duradero, la protección del medio ambiente, y la satisfacción personal de cada ser humano. 



 

 

 

 

 

Oración por la Paz en Colombia

Padre, Tú eres un océano de paz y nos regalas por medio de tu Hijo Jesucristo y por la acción del Espíritu Santo este don, y lo siembras en ...